Estudiar, Ensayar y Producir
Para aprender es necesario estudiar y leer. Hay una gran cantidad de autores super interesantes pero desde que un profesor de literatura en la escuela nos recomendó a Dalmiro Saenz con su obra ¿Quién yo? me pareció y me sigue pareciendo su obra una excelente mixtura entre humor, absurdo y reflexión. Aquí comparto este hermoso cuento.
Dalmiro Saenz – Cuentos para niños pornográficos (1994)
En realidad la versión oficial es
la correcta. El pastor solía alarmar a los vecinos gritando que venía un lobo
para matarse después de risa diciendo:
-¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! ¡No hay ningún
lobo! Era una broma.
Un día no fue broma. Un lobo
apareció y cuando el pastor dio la alarma los vecinos exclamaron:
-Qué va. Debe ser otra de sus
chanzas- y nadie vino en su auxilio y el lobo se comió todas las ovejas.
Arrepentido, el pastor pidió
perdón a Dios e ingresó en una iglesia evangélica llegando con los años a
recibirse de Pastor. Pero su fama no lo abandonó. Los feligreses lo seguían
llamando el Pastor mentiroso y bastó que dijera en su primer sermón desde el
púlpito:
"Dios existe" para que
todos salieran ateos de la iglesia.
Dios, desde el cielo, se dijo:
-Yo mío, ¿qué hago con este
pelotudo? Uno de sus asesores sugirió: -Un diluvio tal vez.
Dios sonrió y dijo:
-Apenas me creen el otro.
-Algo parecido a Sodoma y Gomorra
tal vez. Dios volvió a sonreír y dijo: -Habeas corpus.
Cualquier cosa decía Dios a
veces. Por fin decidió mandar un Angel.
El Angel se presentó ante el
Pastor y le dijo: -Vengo de parte de Dios.
El Pastor lo miró y le preguntó:
-Pero ¿Dios existe? ¿En serio
existe? Porque en el pueblo andan diciendo que no existe.
-No sólo existe -contestó el
Angel- sino que os manda a decir que vengáis al pueblo, casa por casa, y
pregonéis la noticia de que Dios no existe.
El Pastor lo hizo. Golpeó cada
puerta v dijo: -Dios no existe.
-¿Quién lo dijo?
-Dios -contestaba el muy
pelotudo.
Entonces el Angel decidió dar a
esos incrédulos una lección.
-Vamos juntos -dijo el Angel.
A la primera puerta que golpearon
los atendió una mujer:
-¿Qué deseáis?
El Pastor dijo:
-Traje conmigo un ángel enviado
por Dios.
La noticia corrió de boca en
boca. El Pastor mentiroso había traído a un Demonio enviado por Lucifer, por lo
tanto, era evidente que Dios no existía, pero sí el Demonio.
Las primeras misas negras se
organizaron en la plaza del pueblo. Se erigió una estatua a Lucifer. Las
santerías empezaron a vender barritas de azufre y estampitas con la efigie del
Diablo.
En las escuelas se enseñaba que
las virtudes eran malas y que los pecados eran buenos y entre estos pecados la
mentira era el más preciado.
Al Pastor mentiroso se lo nombró
Obispo y se construyó para él una basílica. La maldad generó el progreso. Para
defender la guerra se inventó la paz, para incentivar el sexo se inventó la
prohibición, Para que pudiera haber ladrones se inventó la propiedad privada,
para que existiera la soberbia se inventó la humildad, para que persistiera el
caos se instauró el orden, para que existieran los dictadores se inventó la
democracia, para resaltar el odio se generó el amor, para preservar la
injusticia se creó la justicia y para justificar al Demonio se inventó a Dios.
El Angel retornó al Cielo y se
presentó al Creador.
-Misión cumplida -le dijo, y el
Señor se regocijó con él.
Cuanta verdad entre estos diálogos. La Ley de causa y efecto expandida por ese pelotudo.
ResponderEliminarEste escritor es de mis favoritos!
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